lunes, 5 de abril de 2010

Semana Santa en Granada


Pasaba la semana anterior aquí en Granada, gozando las tradiciones y los sucesos de La Semana Santa del estilo andaluz. Afortunadamente, en mi última clase de POE antes del descanso, enfocamos en los costumbres de La Semana Santa; entonces, yo tenía una idea básica de lo que iba a pasar durante estas celebraciones. Estaba muy impresionada con todas las procesiones que vi durante la semana. La primera procesión que vi fue en el Domingo de los Ramos. Aunque antes había visto videos de unas procesiones en la red, la experiencia de verlas en persona fue nada menos que magnificente y mucho mejor que anticipaba. Me sorprendía ver a personas de todas edades participando en las procesiones. No es que pensaba que solamente adultos pueden participar, pero no creía que tantos niños y jóvenes desempeñarían papeles tan importantes y grandes en las procesiones. Fue algo muy bonito ver a miembros de familias caminando juntos en una procesión o a niños tocando tambores al lado de jóvenes o adultos. Yo podía ver que la celebración de La Semana Santa es también como una celebración de familia o del espíritu de compañerismo. Las congregaciones marchan con orgullo por sus iglesias y por los pasos que llevan, mostrando a las audiencias su felicidad y devoción. Finalmente, pienso que aun para las personas que no participan en las procesiones, Semana Santa es un tiempo que parientes o amigos buenos pueden pasar juntos o viendo las procesiones o simplemente socializándose.


También, para , esta Semana Santa fue un tiempo para familia. No estaba de viaje durante estas vacaciones de primavera porque mis padres vinieron a visitarme. Para ellos, fue su primera visita a España, y para mi madre, su primera viaje a Europa, así que fue una semana llena de experiencias nuevas para todos de nosotros. Pienso que, por lo tanto, mis padres les gustaba mucho su tiempo en Granada. Tardaron un poquito en aceptar los costumbres de Semana Santa, principalmente porque no sabían cómo reaccionar a tanta gente en las calles, pero al final de la semana, estaban mejor acostumbrados. Aprovechábamos mucho del buen tiempo y caminábamos por todas partes de la ciudad. También, pasábamos un día en Málaga, donde visitábamos la catedral, un parque muy bonito y la playa. Además, fue una experiencia muy positiva presentar a mis padres a la Señora de mi casa aquí. Aunque mis padres no hablan español y la Señora no habla inglés, pienso que ellos gozaban mucho la compañía y la oportunidad de conversarse (y yo podía practicar/desarrollar mi habilidad como traductora). Esta visita a la casa fue un tiempo de intercambio, y creo que a mis padres y mi Señora les gusta la reunión porque les permitió a ellos conocerse y entenderse mejor.

También durante esta semana, tuve la oportunidad de asistir a una representación de flamenco. Además, por la primera vez, pude ver a “mi hermana” (de la casa en que vivo aquí) bailar en un tablao de flamenco. Aunque ella solamente tiene diez y siete años, es bailadora profesional de flamenco. Ahora, me siento que finalmente puedo entender un poco más sobre su interés en bailar y sobre la manera en que ella piensa en su arte. Ella tiene un estilo muy serio de bailar pero al mismo tiempo baila de una manera muy elegante y sofisticado. Cuando yo estaba a la representación, podía ver que, para ella, bailar es algo más que una actividad extracurricular. Claro que ella goza mucho todo su tiempo bailando, pero considera flamenco como una parte integral de sí misma y también de su futuro. Es que en el pasado, cuando ella hablaba de flamenco, yo no trataba la idea de bailar con la seriedad que, de verdad, tiene. Pienso que fue difícil para mí imaginar una representación de flamenco sin verla, porque yo pensaba en mis experiencias con clases de baile en los EE.UU, y los estilos de danza son completamente distintos. Creo que esta experiencia me ha ayudado a conocer mejor a una tradición fundamental de la cultura española y a “mi hermana,” con quien ahora puedo relacionar mejor y entender de una manera más completa.

Algo más: Cuando mis padres estaban aquí, comimos en algunos restaurantes muy buenos, incluso uno que se llama Metáfora. Está en la esquina de la calle en que vivo (Santiago), y cada día, cuando paso este restaurante, olores de comida deliciosa llenan el aire. Estoy muy agradecida de que finalmente pudiera comer aquí y probar la comida que huelo tan frecuentemente. Recomendaría este restaurante sin duda porque la comida es excelente y el servicio es muy bueno también.

No hay comentarios:

Publicar un comentario