La Mezquita de Córdoba, sí, sirve como una metáfora de España, o la península ibérica en general, principalmente porque muestra la historia multicultural de la nación. En otras palabras, funciona como una manifestación física de la historia de la península. Quizá la característica más destacable y notable de España se centra en la diversidad cultural que había contribuido a la fundación del país y sigue dando forma a esta nación hoy en día. La Mezquita de Córdoba hace referencias muy claras y distintas a culturas y poblaciones indispensables a la historia del país, como los romanos, los visigodos, los musulmanes y los cristianos.
La Mezquita de Córdoba capta, de una manera relativamente extensa, una vista de la historia de España. Sirve como un ejemplo, casi perfecto, de la manera en que las culturas del pasado de la península prestaron e intercambiaron ideas entre ellos. El empleo de las columnas romanas en la Mezquita ejemplifica como los musulmanes recuperaron ideas y materiales del imperio romano para construir su propio imperio. Además, en la Mezquita de Córdoba, vimos como cuando un lugar se distingue como un espacio sagrado, permanece así desde aquel tiempo y adelante. La Mezquita fue construida en un sitio donde había antes una iglesia visigoda; después, los cristianos construyeron una catedral dentro de la Mezquita. Desde esta perspectiva, hoy en día, la Mezquita está compuesta, en un sentido, de estratos (como los de rocas) que testifica a varias épocas históricas del sitio y edificio. Podemos aprender sobre esta historia por ver y estudiar las influencias que están presentes en la Mezquita de Córdoba.
Sin embargo, este monumento cae un poco atrás de ser una metáfora exacta de España. De esta perspectiva, la Mezquita de Córdoba no incluye elementos de todas las poblaciones que ayudaron a formar la historia colorida de la península. Por ejemplo, no revela la rica historia de las poblaciones colonizadores que forman la base o el comienzo de la historia de la península ibérica. Grupos como los fenicios, los griegos, los iberos y las celtas contribuyeron a la fundación de las primeras grandes ciudades de la península, y también hicieron muchas contribuciones artísticas, que son muy conocidas en el mundo contemporáneo. Además, a través de estos colonizadores, creencias religiosas empezaron a aparecer en la península. Junto con estas culturas, es imposible olvidar la presencia judía en la historia de la península y también en España hoy en día. Contribuciones al pensamiento filosófico, a la traducción de textos antiguos y a la creación de sinagogas son algunos de las huellas que la cultura judía ha dejado en España.
Entonces, por un lado, la Mezquita de Córdoba sirve como una metáfora muy adecuada de España y muestra mucha evidencia histórica de la nación por revelar enlaces o hacer conexiones entre varias culturas de la península. Sin embargo, es importante no olvidar que, aunque hay varias influencias culturales visibles en este monumento, no todas las culturas de la historia de España son bien representadas en la Mezquita y, por eso, la Mezquita no enseña la historia completa de la península.