miércoles, 10 de febrero de 2010

Viajes tras viajes

La semana pasada (el 30 de enero- el 7 de febrero) fue completamente llena de experiencias que nunca voy a olvidar durante mi vida. Quizás porque antes de este semestre nunca he viajado por Europa o aun afuera de los Estados Unidos, es un poco difícil comprender que ahora estoy en España, en Europa, visitando muchos de los lugares sobre he leído textos en clases o he mirado programas en la tele. Una parte de mí no puede creer en la realidad de esta situación.

Para mí, nuestra visita al Prado fue una de las excursiones más interesantes del viaje. Aunque yo no tengo buena mano para crear arte, aprecio mucho las obras de otros, especialmente las de arte del estilo clásico. Por esta razón, gozaba mucho el Prado. Pienso que fue simplemente increíble ver personalmente los cuadros de artistas como Velázquez, Goya y el Greco que antes yo sólo había visto en libros. Es difícil comprender la presencia verdadera de una obra hasta que pueda verla en realidad. Por ejemplo, antes de visitar El Prado, no sabía que las obras de Velázquez fueron tan grandes.

Después del viaje con nuestro grupo de Bucknell, fui con dos otras estudiantes a Roma, donde pasamos 3 días magnificentes, visitando tantos lugares que pudimos. Como en las varias ciudades que habíamos visitado antes en España, Roma nos dio una vista clara de una cultura llena de una historia rica e interesante. Andar por las ruinas del Coliseo y mirar la grandeza de esta estructura fue completamente impresionante y casi increíble. También, pensando en lo que había ocurrido en el pasado en los mismos sitios en que nosotras estábamos nos llenó con asombro. Despecho de que me encantaba todo del viaje, mi sitio favorito que visitamos en Roma fue la Capela Cistina. En realidad no es un lugar muy grande, pero por todas partes de las paredes y del techo hay cuadros interconectados. Pasábamos mucho tiempo simplemente mirando el arte magnificente de la Capela, tratando de ver todo, aunque esto es casi imposible, especialmente dentro de una hora.

Otro aspecto interesante del viaje a Roma fue la transición que nosotras tenían que hacer desde la lengua española hasta el italiano. Estudié italiano dos años en la escuela segundaria al mismo tiempo que estudiaba español. Pero, cuando comencé a la Universidad, no tenía tiempo para continuar con italiano, aunque gozaba mucha aprenderlo. Sin embargo, durante los tres días de nuestro viaje, recordaba mucho de mis estudios anteriores, y por eso me sentía muy contenta. Escuchando las conversaciones de otros en el autobús o en los restaurantes me ayudaba un poco a recordar palabras y frases que había estudiado en mis clases de la escuela segundaria. Al menos, este viaje me animó pensar en la posibilidad de volver a estudiar italiano en el futuro, después de vuelva a los E.E. U.U, porque probablemente será más fácil aprender después de este semestre de español intensivo.

Palabras nuevas- albaricoque, mora, claqueta, estreno

1 comentario:

  1. Si, Kim, creo que, después de estudiar el español, te será más fácil aprender el italiano. ¡Deberías considerarlo!

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